Disfagia

DISFAGIA

La DISFAGIA es la dificultad o imposibilidad para tragar alimentos sólidos y/o líquidos. Es uno de los síntomas más peligroso y restrictivo que puede ocasionar una enfermedad.Los problemas de deglución también pueden aparecer en la vejez. 

Encontramos unos signos y síntomas de alerta ante los cuales debemos acudir a un otorrinolaringólogo que detecte el problema y si se confirma el diagnóstico buscar un logopeda experto en rehabilitación de disfagia para iniciar la rehabilitación.

En logopedia se persigue el objetivo de conseguir una deglución segura y eficaz, evitando que los pacientes desarrollen complicaciones respiratorias y nutricionales que puedan comprometer su salud y calidad de vida.

TRATAMIENTO EN LOGOPEDIA

Se realizarán técnicas de compensación y técnicas de tratamiento. En estas se incluyen métodos para mejorar la movilidad de las estructuras orales y faríngeas, para mejorar el control del bolo, para aumentar la sensibilidad previa a la deglución y así disparar con más rapidez el reflejo faríngeo, o para controlar de forma voluntaria la movilidad orofaríngea durante la deglución.

Dentro de estas técnicas de tratamiento se hallan las maniobras deglutorias específicas. El objetivo primordial de dichas maniobras es mejorar la eficacia y la seguridad de la deglución.

El Dr. Raimundo Gutiérrez Fonseca, ORL, excelente profesional y figura muy importante para la bibliografía de la disfagia, nos explica en el siguiente vídeo cómo es la actuación interprofesional y el tratamiento: 

Deglución atípica

DEGLUCIÓN ATÍPICA

La deglución atípica se define como aquellos movimientos compensatorios que se desencadenan por la inadecuada actividad lingual en el acto de deglutir en la fase oral. Se trata de una forma de deglutir anómala que  puede ser consecuencia y causa de alteraciones anatómicas.

La deglución atípica se detecta cuando la lengua se proyecta en la cara palatina de los dientes anteriores abriendo la mordida, espacio que luego ocupa la lengua.

Este tipo de deglución ocurre en niños y en adultos.

SÍNTOMAS

  • Lengua descansando entre los dientes.
  • Tendencia a la respiración bucal.
  • Maxilar superior o inferior avanzado o retrasado.
  • No realiza una deglución adecuada porque mastica con los dientes y no con los molares posteriores.
  • Saca alimentos fuera de la boca y no deglute con tanta frecuencia.
  • Realiza movimientos excesivos como: elevar la cabeza, contraer los labios excesivamente o hacer muecas o ruidos al tragar.

FACTORES DE RIESGO

Entre estos se encuentran: uso del biberón o chupete durante un tiempo prolongado, prolongar la ingesta de alimentos triturados, respiración bucal, succión digital, etc.

DIAGNÓSTICO

Ante los primeros síntomas observados es importante acudir al logopeda con el fin de confirmar las sospechas de una posible deglución atípica, ya que es el profesional capacitado para realizar la valoración y rehabilitación de los diferentes tipos clínicos. No obstante, el diagnóstico de un posible trastorno  deberá ser fruto del trabajo coordinado entre los diferentes profesionales implicados tales como un odonto-estomatólogo, otorrinolaringólogo y logopeda.

TRATAMIENTO LOGOPÉDICO

A través de la terapia miofuncional que se debe llevar a cabo entre el odontólogo y el logopeda.
La Terapia Miofuncional consiste en un método de reeducación de los hábitos orofaciales (deglución atípica) y respiratorios.

Entre los objetivos  que persigue la terapia miofuncional se encuentran:

  1. Devolver el equilibrio muscular orofacial perdido reeducando patrones musculares inadecuados.
  2. Modificación del patrón deglutorio incorrecto estableciendo nuevos comportamientos.
  3. Instauración de hábitos correctos como: una postura, respiración y deglución correctas.



Dislexia

DISLEXIA

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

A pesar del establecimiento único de unos criterios de exclusión e inclusión para establecer el diagnóstico de la dislexia, hay que tener claro que no todos los niños disléxicos presentan las mismas dificultades y/o características. Por tanto, es esencial hacer un diagnóstico exhaustivo y detallado para poder establecer programas de intervención específicos.

El niño/a con dislexia debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas.

La dislexia, es mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, ya que existen dificultades de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico… 

CLASIFICACIÓN

  1. Fonológica o indirecta: se trata del mal funcionamiento de la ruta fonológica. El niño hace una lectura visual y deduce en vez de leer. Por ejemplo, puede leer “casa” en vez de “caso” o “lobo” en vez de “lopo”. Los niños con este tipo de dislexia pueden leer las palabras familiares, pero les resulta difícil leer palabras desconocidas, palabras largas o pseudopalabras.
  2. Superficial: el trastorno se encuentra en el funcionamiento visual, leen utilizando la ruta fonológica. Los niños que la padecen no tendrán problemas a la hora de leer palabras regulares, pero sí a la hora de leer palabras irregulares. Asimismo la velocidad lectora de estos niños disminuye cuando aumenta la longitud de las palabras, cometen errores de omisión, adición o sustitución de letras.
  3. Mixta o profunda: Están dañados dos procesos de lectura, el fonológico y visual. Provoca que se cometan errores semánticos. 

Enfermedades neurodegenerativas

ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

Su causa es la pérdida progresiva de neuronas en diferentes regiones del sistema nervioso originando signos y síntomas neurológicos y neuropsicológicos característicos de cada una de ellas.

La intervención adecuada en estos casos es la estimulación cognitiva, ya que el progreso de este tipo de enfermedades es inevitable, pero lo que sí se puede conseguir es ralentizar el deterioro cognitivo y funcional.

Algunas de estas las enfermedades degenerativas son: Esclerosis Múltiple (EM), Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Enfermedad de Alzheimer, Enfermedad de Parkinson.

TRATAMIENTO EN LOGOPEDIA

Con la ayuda de un logopeda podemos:

  1. Minimizar los posibles factores que empeoran la comunicación o la deglución
  2. Ayudar a mejorar las funciones dañadas y a mantenerlas o a retrasar su deterioro.
  3. También se trabajará en el apoyo o la sustitución de las funciones afectadas.

En los casos de la disartria (dificultades en la voz y el habla) y/o disfagia (dificultades para tragar) trabajamos con el fin de conseguir una mejoría muscular, regulación del tono, coordinación y de la sensibilidad.

Trastorno del espectro autista

TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)

 

El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y  acompaña durante toda la vida. Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

Años atrás, el DSM-IV, definía el autismo y sus trastornos asociados como “trastornos generalizados del desarrollo” (TGD).

A día de hoy, en el DSM-5, esta definición ha sido sustituida por el término “trastornos del espectro autista” (TEA), que han sido incluidos a su vez dentro de una categoría más amplia de “trastornos del neurodesarrollo”.

El actual DSM-5 contempla dos criterios diagnósticos clave del Trastorno de Espectro Autista:

  • Deficiencias persistentes en la comunicación e interacción social en los distintos contextos.
  • Patrones restringidos y repetitivos de comportamiento, intereses y actividades.

Añade además que:

  • Estos síntomas deben estar presentes desde las primeras fases de desarrollo (aunque no se manifiesten hasta que las exigencias sociales excedan las capacidades limitadas o puedan estar enmascarados por estrategias aprendidas).
  • Los síntomas suponen deficiencias importantes desde el punto de vista clínico en el ámbito social, laboral o en otras facetas importantes del funcionamiento cotidiano.
  • La existencia de discapacidad intelectual o de un retraso general del desarrollo no justifica mejor esos déficits.

Se le denomina «trastorno de espectro» porque diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas distintos y existe gran heterogeneidad.

Afasias

AFASIA


La afasia es la incapacidad total o parcial para usar el lenguaje. Los déficits relacionados con los diferentes tipos de afasia abarcan desde problemas para encontrar palabras hasta la completa incapacidad para hablar.


Asimismo, en las diferentes afasias también se incluyen problemas en el lenguaje escrito, en la comprensión oral, al leer o al tener que operar con números. En otros casos de afasia, las personas presentan déficits en la expresión oral pero conservan su capacidad de comprensión intacta.

Por eso es necesario en el tratamiento de logopedia detectar en cada paciente a qué alteraciones específicas del habla y del lenguaje está sometido para así, poder elaborar una rehabilitación adaptada.

Las causas de la afasia son variadas, pero todas se dan en circunstancias de lesión cerebral:

  • Traumatismo craneoencefálico
  • Tumores del sistema nervioso central
  • Accidente cerebrovascular (causa más frecuente de afasia)
  • Enfermedades degenerativas (Enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, etc.)
  • Infecciones localizada o difusas del cerebro

TIPOS DE AFASIA

La sintomatología de las afasias depende tanto de la localización de las lesiones cerebrales como de las reacciones compensatorias del tejido cerebral que permanece intacto.
No obstante, sí que existen una serie lesiones cerebrales comunes que parecen agrupar a determinadas disfunciones.

  1. Afasia de Broca o afasia motora
    En la Afasia de Broca predominan los déficits en los aspectos motores del lenguaje y de la escritura, se acompaña también de agramatismo y en muchos casos a trastornos de comprensión del lenguaje. En ocasiones, pueden aparecer problemas sensoriales en el lado derecho y hemiparesia.
    Conforme el paciente progresa, la comprensión empieza a mejorar, mientras que los déficits en el lenguaje y la escritura persisten. 
    La articulación y la entonación también se ven afectadas, por lo que el lenguaje se convierte principalmente en un discurso de nombres y adjetivos en el que se omiten las palabras funcionales como los artículos, preposiciones o conjunciones; convirtiéndose en un lenguaje agramatical y telegráfico.
  2. Afasia transcortical motora
    Esta afasia manifiesta problemas similares a los de la afasia de Broca. La principal diferencia radica en que la afasia transcortical motora existe un déficit en la producción del habla, en especial a la hora de iniciar un discurso, en la espontaneidad o en la organización de este.
    El aspecto articulatorio del habla no suele presentar dificultades y la comprensión del lenguaje sigue estando intacta, al igual que la producción de nombres de lugares y personas.
  3. Afasia de Wernicke
    La afasia de Wernicke se caracteriza por un habla fluida pero con un gran número de sustituciones y parafasias, junto con dificultades en la comprensión.
    Durante la fase subaguda, la comprensión del lenguaje suele estar muy deteriorada en los casos graves, llegando a la incomprensión absoluta. Sin embargo, el habla es fácil, clara y correctamente articulada. Pasadas estas fases, la comprensión auditiva suele mejorar y la parafasia se reduce.
  4. Afasia de conducción
    En este síndrome lo que se ve gravemente perjudicado es la repetición. La afasia de conducción es una afasia fluida con una comprensión casi normal; pero en la que, en casos graves, la fluidez queda gravemente comprometida debido a problemas en la producción de palabras aislada; convirtiéndose así en un habla secuencial y de oraciones cortas.
    Además de las dificultades en la repetición, estos pacientes presentan problemas a la hora de seleccionar las palabras y en la secuenciación fonémica dentro de palabras individuales.
  5. Afasia global
    Las personas que padecen de afasia global sufren de trastornos del habla severos, incluyendo problemas de fluidez y de comprensión; por lo que la comunicación está afectada de forma muy estricta.
    Los casos más comunes son los que los pacientes solamente consiguen decir unas pocas palabras y su comprensión del lenguaje también es muy limitada, dado que tampoco pueden leer ni escribir.
  6. Afasia amnésica o anómica
    Dado que la anomia es una característica común a las afasias fluidas, de Wernicke y afasia de conducción, solamente se hablará de afasia anómica cuando la dificultad de encontrar palabras de uso común aparezca de forma relativamente aislada.

 

Retraso del lenguaje

RETRASO SIMPLE DEL LENGUAJE

Es una disfunción que suele afectar a más de uno de los niveles del lenguaje.

El retraso simple del lenguaje puede aparecer desde el nacimiento o durante su etapa de crecimiento, encualquiera de los niveles que compone el lenguaje; estos afectan sobre todo la expresión y en algunos casos la comprensión.

La causa no se debe a una deficiencia auditiva, motriz, intelectual, sensorial o trastorno neurológico. Esto se evidencia en desarrollo del lenguaje lento que no corresponde a la edad cronológica. Se trata de una disfunción del lenguaje de tipo evolutivo con desfase cronológico.

Los niños que tienen R. S. L. presentan un desfase significativo en la aparición o en el desarrollo de la expresión de todos los niveles del lenguaje (fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático) y les afecta a la expresión, y en menor medida a la comprensión. En estos pequeños la aparición del lenguaje es más tardía de lo habitual y se desarrolla lentamente y desfasada con respecto a lo que cabe esperar en un niño de su edad.

El diagnóstico para esta disfunción se debe realizar entre los 2 y los 6 años puesto que es la edad en la que el niño ya ha comenzado su aprendizaje.

LOS SÍNTOMAS DEL R. S. L.

El retraso simple del lenguaje afecta, aunque no de igual manera, tanto a la producción del lenguaje como a la comprensión del mismo. De ahí que los diferenciemos los síntomas en cada uno de estos campos de la lengua.

1. EXPRESIÓN

Diferencia cronológica en la aparición de las primeras palabras. Normalmente, los niños comienzan a pronunciarlas entre los 12 y los 18 meses, pero cuando presentan un retraso simple del lenguaje, las primeras palabras aparecerán de forma más tardía.

Utiliza un vocabulario reducido. Generalmente, omite sílabas iniciales y suele tener un habla infantilizada.

En cuanto fonología, se observa que el niño habla cambiando y omitiendo fonemas.

A nivel semántico: posee pocas palabras para comunicarse, solamente las cosas cotidianas, esto le impide avanzar en sus conocimientos.

En morfosintaxis, las oraciones con las que se expresa son cortas.

Y en pragmática al poseer poco vocabulario, no le permite expresarse libremente, generalmente, esperan que le pregunten y contesta en forma corta; esto influye en la descripción de objetos y en el desarrollo del pensamiento.

2. COMPRENSIÓN

Pueden presentar errores en las nociones espacio-temporales, dificultad en los aprendizajes escolares. Solamente comprende situaciones concretas en su mayoría y relacionadas con su entorno más cercano.

TRATAMIENTO LOGOPÉDICO

Ante esta disfunción, lo más  aconsejable es estimular al niño para que su aprendizaje del lenguaje sea normal, pero si no fuera así, es preciso recurrir a un logopeda para ayudarle en su aprendizaje.

Con una buena intervención en logopedia este retraso del lenguaje se corregirá, ya que es una disfunción evolutiva del lenguaje, logrando que el niño hable de manera correcta

Hipoacusias

HIPOACUSIA

Es la pérdida de la capacidad auditiva produciéndose una dificultad o imposibilidad para oír normalmente. Puede ser unilateral afectando a un solo oído o bilateral si afecta a los dos.

NIVELES DE HIPOACUSIA

  • Audición normal: Se pueden oír sonidos suaves por encima de 20 dB.
  • Hipoacusia leve: Entre 20 y 40 dB en el mejor oído. Cuesta entender en entornos ruidosos.
  • Hipoacusia moderada: Entre 40 y 70 dB en el mejor oído. Cuesta entender sin prótesis auditiva.
  • Hipoacusia severa: Entre 70 y 90 dB en el mejor oído. Hay necesidad de prótesis auditivas o de un implante coclear.
  • Hipoacusia profunda: Por encima de los 90 dB. No se perciben sonidos.

TIPOS DE HIPOACUSIA

Las sorderas además de por el grado de intensidad en decibelios generalmente se clasifican según la localización de lesión.

  • Hipoacusia conductiva o de transmisión: Causada por enfermedades u obstrucciones en el oído externo o medio, frenando el paso de las ondas sonoras al oído interno. Suele responder bien con tratamiento médico o quirúrgico o con audífonos, según sea la causa que lo origina.
  • Hipoacusia neurosensorial o de percepción: Son los casos en que el oído interno o el nervio auditivo se encuentran dañados. Es irreversible y a menudo se afectan unas frecuencias de sonido más que otras, escuchándose de forma muy distorsionada. Dependiendo de la intensidad de la hipoacusia será necesario un audífono o un implante coclear para recuperar audición.
  • Hipoacusia mixta: Son los casos en los que existen aspectos de pérdidas conductivas y sensoriales por problemas tanto en el oído externo o medio como en el interno.
  • Hipoacusia central: Hace referencia exclusivamente a lesiones en los centros auditivos del cerebro.

TRATAMIENTO

La rehabilitación logopédica y la reeducación auditiva en casos de hipoacusia engloban el conjunto de técnicas destinadas a entrenar a la persona para que capte e interprete correctamente los sonidos. Puede mejorar notablemente los resultados en el caso de usuarios de audífonos y es imprescindible después de un implante para que el portador del mismo disfrute de una audición funcional y sea capaz de utilizar un lenguaje normalizado. La persona portadora de prótesis auditiva o implante coclear debe aprender o reaprender a detectar (presencia o ausencia de sonido), discriminar (reconocer cualidades de los sonidos como tono, intensidad y duración), identificar (reconocer la fuente del sonido), reconocer (sonidos o palabras en formato abierto) y comprender (ser capaz de comunicarse en un contexto natural) a través de su nuevo aparato auditivo.